Por Andrés Pascual

Inmundo García no es una figura importante ni para la tiranía en el orden de Menoyo ni en el de Max Lesnick, que es mucho decir, por lo bajas de sus cotizaciones en círculos decentes y confiables.

El tipo es un homosexual delincuente que traficó obras de arte y su madre, Rosa Gómez, entonces en el Comité Central por el Ministerio de Educación, logró resolverle que lo enviaran a Londres como castigo, después viajó a Miami.

Por cierto, más que buscar hondureños ilegales, el ICE y el Homeland Security deberían entretenerse en localizar elementos de la Comunidad Económica Cubana en el Exterior, “entrantes” les llama Inmigración, que salen de Cuba hacia acá o vuelan desde terceros países, después de haber cumplido sanciones comunes en la Isla o afrontado acusaciones no resueltas en juicios, como los casos del propio Inmundo o el de Ernesto Milanés, que cumplió diez años por tráfico de drogas…

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